En los últimos años, el pollo de libre pastoreo se ha convertido en una alternativa muy valorada por quienes buscan alimentos más saludables y sostenibles. A diferencia del pollo industrial, este proviene de aves criadas al aire libre, con mayor movilidad y una alimentación más natural. ¿El resultado? Una carne con mejor perfil nutricional, mejor sabor y menos aditivos.

Más proteína de calidad y mejor absorción

El pollo de libre pastoreo contiene proteínas completas con todos los aminoácidos esenciales. Gracias a que el animal se mueve más, el músculo es más firme y rico en nutrientes, lo que favorece la construcción y reparación de tejidos, además de apoyar el sistema inmunológico y la masa muscular.

Menos grasa y mejor equilibrio de omega 3 y 6

Varios estudios han demostrado que el pollo criado en libertad tiene un menor contenido de grasa total y una mejor proporción de ácidos grasos omega-3 y omega-6. Esto es clave para reducir la inflamación, proteger el corazón y mejorar la salud metabólica. Además, la grasa es más “limpia” porque la dieta del ave no depende exclusivamente de granos procesados.

Mayor aporte de vitaminas y minerales

Al exponerse al sol y alimentarse de forma más variada (pasto, semillas e insectos), este tipo de pollo contiene más vitaminas del grupo B, hierro, zinc y selenio. Estos nutrientes ayudan a mantener los niveles de energía, fortalecer el sistema inmune y mejorar la función cognitiva.

Libre de hormonas y antibióticos

El pollo de libre pastoreo se cría sin el uso de hormonas de crecimiento y sin antibióticos de forma rutinaria. Las aves viven en un entorno menos estresante y más higiénico, lo que reduce naturalmente enfermedades. Solo se aplican antibióticos cuando es estrictamente necesario para proteger la salud del animal, evitando residuos en la carne y el riesgo de resistencia bacteriana. El resultado es un alimento más seguro y limpio para el consumidor.

Mejor digestión y sabor más natural

Muchas personas reportan que el pollo de libre pastoreo es más fácil de digerir y tiene un sabor más auténtico. Su textura firme se debe al movimiento natural del animal, lo que mejora la experiencia culinaria y la percepción de frescura.

Una inversión en salud… y en bienestar animal

Aunque puede ser ligeramente más costoso, estás pagando por un alimento más nutritivo, con mejor calidad y producido de manera ética. Es una decisión que beneficia tu salud, apoya prácticas sostenibles y promueve un sistema alimentario más responsable.

✅ En resumen: el pollo de libre pastoreo ofrece más nutrientes, mejor perfil de grasas, sin hormonas, sin antibióticos innecesarios y con mayor digestibilidad. Es una excelente opción para quienes buscan comer saludable sin sacrificar sabor.